Había una vez un oso hormiguero que quería estudiar.
Un día, fue a un colegio en España, pero como no hablaban hormigués, no los entendía. En hormigondia, su pueblo no había profesores y tuvo que irse a vivir con españoles. Al principio no los entendía pero poco a poco los fue entendiendo y pudo estudiar. Así, en su pueblo habría profesores para enseñarles a ser osos hormigueros de provecho.
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